El bosque es una fuente de riqueza incalculable que contribuye al desarrollo integral de la sociedad. La creación de valor económico, social y ambiental son parte de la riqueza generada por el bosque.
En España, la superfice forestal ocupa el 50% de su territorio (27,5 millones de hectáreas de zonas forestales). El roble, la encina y el castaño son las especies más comunes en el territorio español.
En cuanto a la creación de valor ambiental, el bosque reuna unas condiciones únicas para la preservación de la biodiversidad de la fauna y la flora, contribuye a combatir el cambio climático, a través del efecto de almacenamiento y captura de carbono generado por la fotosíntesis de los árboles y las plantas y a la protección de los recursos naturales.
El medio ambiente contribuye al bienestar de la sociedad y se refleja con la creación de valores económicos y sociales. Cuanto mejor y más sostenible es la gestión de los bosques mejor es la calidad de vida del hombre.
En términos económicos, las actividades relacionadas con la gestión de recursos y productos forestales juegan un papel muy importante y representativo. España es el segundo productor de corcho por detrás de Portugal. Además, la Unión Europea es el principal socio comercial español para el sector de la madera y corcho, con porcentajes del 73,4% en las exportaciones y del 71% en las importaciones.
En cuanto a la creación de empleo, las actividades relacionadas con el bosque son responsables de más de 100.000 puestos de trabajo y hacen que miembros de las zonas rurales puedan quedarse en sus regiones.
El bosque es un valioso activo que es necesario preservar.