Todos salimos
ganando

Reciclar la madera usada supone aprovechar un material muy valioso que, de otro modo, se perdería. Todos tenemos la oportunidad de contribuir a preservar nuestro entorno y a crear riqueza y puestos de trabajo. Por eso, reciclar la madera usada no sólo es lo más natural, sino también lo más inteligente.

Recuperar madera se puede definir como el proceso de valorización de
residuos de madera que engloba el transporte, almacenamiento, clasificación, limpieza y reducción de volumen para su posterior reciclado o aprovechamiento energético.

La recuperación de estos residuos de madera contribuye al respeto del medio ambiente porque:

  1. La madera es un almacén natural de dióxido de carbono. Para formar una tonelada de madera, los árboles procesan y fijan 1,85 toneladas de CO2, con lo que se disminuye el efecto invernadero.
  2. Se disminuye el porcentaje de madera virgen (mucho más húmeda) empleada en la fabricación de tableros de partículas, lo que representa un gran ahorro energético en todas las fases del proceso (corta, transporte, trituración y secado)
  3. La madera es un residuo voluminoso, por lo que su recuperación beneficia la gestión de los vertederos, retrasando su colmatación.
  4. La madera no re-utilizable o reciclable, se puede emplear como fuente renovable de energía, valorizando un material que, de otro modo, se pudriría en el vertedero.
  5. Aumenta la concienciación ecológica de la sociedad y su satisfacción porque sus residuos se gestionan adecuadamente.
  6. La gestión de la recuperación de restos de madera crea puestos de trabajo.